Nacionales

No somos libres: somos esclavos

No somos un país libre:

Somos esclavos de la voluntad de organismos internacionales.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los miserables que venden y compra cédula el día de las elecciones y terminan en el poder los políticos indolentes frente a temas de soberanía.

No somos un país libre:

Somos esclavos de las mentiras de los políticos que ofrecen solución a los problemas del país y si ganan se les olvida lo que prometieron.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los funcionarios corruptos que se roban el presupuesto de la nación en contratos amañados entre sus familiares y allegados.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los militares que cobran por dejar pasar haitianos ilegales por la frontera.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los motoristas que se dedican al transporte de haitianos ilegales por diferentes zonas de la frontera.

No somos un país libre:

Somos esclavo de las bandas de trata de personas y que han llenado los hospitales dominicanos de mujeres haitianas parturientas.

No somos un país libre:

Somos esclavos de decenas de ONG que reciben fondos de organizaciones internacionales y que su única misión es enlodar la imagen de la República Dominicana con falsas acusaciones sobre violaciones de derechos humanos.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los empresarios agrícolas que violando la ley de trabajo contratan sólo obreros haitianos en sus fincas.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los ingenieros y maestros de obras que sólo emplean personal haitiano e ilegal para sus construcciones hasta cuando son del Estado.

No somos un país libre:

Somos esclavos de quienes les arriendan casas a grupos de haitianos ilegales en los barrios del país y hasta los contratan para diferentes trabajos.

No somos un país libre:

Somos esclavos de los gobiernos que por dádivas de ciertos organismos como la ONU permiten trazar pautas en las políticas migratorias.

No somos un país libre:

Somos esclavos de quienes entregan limosnas en las calles a las familias haitianas que son manejadas por bandidos que al final del día les quitan lo recaudado.

No somos un país libre:

Somos esclavos de la inercia de los gobiernos ante críticas infundadas y presiones de diferentes gobiernos para que no se deporten los ilegales haitianos cuando ellos sí lo hacen.

No somos un país libre:

Somos esclavos de personas, entre ellas sacerdotes, que prestan su apellido para legalizar a los nacionales haitianos. Eso es falsedad en documento público.

No somos un país libre:

Somos esclavos de un grupo de periodistas pro-haitianos que su opinión siempre ha sido en contra de los intereses de nuestra patria, (hoy funcionario del Gobierno).

No somos un país libre:

Somos esclavos del desinterés de nosotros en aprender Creol y poder comunicarnos mejor con los haitianos y exigirles respeto cuando el caso lo requiera.

No somos un país libre:

Somos esclavos de España y Francia que se repartieron esta isla y dejan dos países tan distintos culturalmente, pero unidos para siempre.

jpm-am

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