Ciencia

Diplomacia científica y evolución en España

Diplomacia científica y evolución en España

Hace más de una década que la economía mundial sufrió una de las peores crisis que algunos de nosotros que originó cambios importantes en todos los países y en los ciudadanos.
Teniendo en cuenta que crecí en un entorno donde se pensaba «el conocimiento cambia el mundo y hace que nuestras vidas sean mejores» y en esa década compaginaba mi labor profesional en finanzas con la educación y la investigación, en definitiva, me encontraba en un entorno laboral competitivo y en otro más colaborativo, la combinación de ambos entornos me llevo a participar en la creación de MasScience , además, de interactuar y participar en proyectos como la Asociaciones de Científicos en el Extranjero y Científicos Retornados. Todos, buscaron seguir afianzando el desarrollo del conocimiento y la Ciencia e Investigación.
En España, a partir del año 2012, se impulso el movimiento que se centraba en crear comunidades y sociedades en España o entre otros países. El inicio, se debe al esfuerzo y trabajo de un grupo de científicos e investigadores españoles que reaccionaron ante la situación de crisis que estaba afectando y que llevo a que muchos tuvieran que irse a otros países. Un momento de auténtica sangría de talento que golpeo a España. Gracias a ese trabajo lograron ir sumando a una parte de la sociedad civil que llevo a que surgiera la iniciativa entre el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
El año 2015 fue un año clave al empezar a tener visibilidad y la «Diplomacia Científica en España». Asociaciones de investigadores en el extranjero u otras como Asociación de Científicos Retornados a España (CRE) han trabajado  en la creación de proyectos colaborativos.
Es a partir, de dicho año, se empiezan a poner en marcha acciones como el nombramiento de coordinador científico en algunas embajadas, el impulso de asociaciones de investigadores españoles en diferentes países del mundo y otros proyectos más pequeños, pero no menos importantes que fueron participes de intentar caminar hacia el cambio.
En el 2016 se publica el Informe sobre diplomacia científica, tecnológica y de la innovación y empiezan a surgir otros nombramientos en las Embajadas, sobre esta iniciativa se publicó en 2017 el documento «Tools for an EU Science Diplomacy». En diciembre de 2018 se celebró el primer congreso «La diplomacia científica europea más allá de 2020, donde el ex-ministro Pedro Duque anunció la puesta en marcha de un plan relacionado con la diplomacia científica. Así, en el 2019 se celebra en Berlín y 2021 se celebra el Congreso de diplomacia científica online organizado por el FECYT .
Por otro lado, en enero de 2018 y finales de 2021 se desarrolló el proyecto S4D4C, financiado por la Comisión Europea a través de H2020, ha apoyado a la Unión Europea a dar respuesta a los retos a que se enfrentan en política exterior mediante la diplomacia científica y facilitando el acceso a sus responsables al conocimiento científico y tecnológico. Además, ha impulsado asentar una comunidad europea de diplomacia científica donde científicos, académicos, innovadores, diplomáticos, responsables políticos y otros profesionales han interactuado y trabajado en beneficio de los retos planteados
 
La «Diplomacia Científica» es un concepto que se entiende de formas muy distintas por su complejidad, no podemos determinar una única  definición y tampoco es nuevo ya que, en la antigüedad desde Egipto, Grecia, Roma y otros se realizaban intercambios de conocimientos, además a lo largo de la historia han surgido tratados internacionales donde se creaba un espacio para la cooperación científica. Como ejemplo de diplomacia científica tenemos el CERN en Suiza el SESAME  en medio Oriente.
En definitiva, esta disciplina trabaja con la ciencia, la tecnología y las relaciones internacionales para trabajar en objetivos comunes entre distintos países y fomenten el desarrollo.
Es en el año 2010 cuando surge una comunidad global de diplomacia científica y es cuando se presenta el informe «Nuevas fronteras en la diplomacia científica» realizado por Royal Society de Londres y American Association for the Advancement of Sciencence (AAAS).
Hay cuatro aspectos en la Diplomacia Científica a destacar:
Ciencia en la diplomacia: busca informar los objetivos de la política exterior sobre la base de asesoramiento científico.
La comunidad científica puede apoyar la política exterior hacia el objetivo general mejorar la política exterior utilizando el conocimiento científico. Para ello desarrollará y consensuará informes para los responsables de las políticas públicas.
En la actualidad tenemos el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que informa sobre el cambio climático y las consecuencias socioeconómicas y medio ambientales desde el punto de vista científico. Esos informes se utilizan para negociaciones en política global.
Diplomacia para la ciencia: parta facilitar la cooperación científica internacional.
Se centra en facilitar las colaboraciones internacionales en ciencia y tecnología, además de la colaboración entre instituciones e investigadores. Así, las investigaciones multilaterales y bilateral lleva a realizar acciones donde participa la diplomacia para la ciencia cuyo objetivo será beneficiarse de recursos tecnológicos y científicos, además de realizar proyectos de investigación conjunta que un único país no podría realizar. Será clave la asignación de diplomáticos científicos en ministerios de ciencia, en agencias de financiación de proyectos o en procesos de evaluación por pares. A destacar infraestructuras de investigación como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) O proyectos internacionales como el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), el Centro Astronómico Internacional ALMA en Chile, para lograr construir y gestionar ha sido clave la colaboración de científicos, para los que necesitan importante cantidad de fondos y recursos, además de la unión de varias naciones.
Ciencia para la diplomacia: busca la utilización de la cooperación científica para mejorar las relaciones entre países.
Tratará de influir como un bien nacional y la colaboración científica y tecnológica puede mejorar y construir relaciones entre distintos países. Así, entre los acuerdos de cooperación científica se encuentran las becas de formación, exposiciones científicas, encuentros, colaboraciones como CERN, SESAME o el Centro Transnacional del Mar Rojo que es un claro ejemplo de cómo la ciencia ha unido a países del Mar Rojo para lograr el objetivo común de salvar el coral.
Diplomacia científica anticipatoria: trabaja para elaborar planes para el desarrollo de marcos legales que regulen los beneficios y riesgos de los avances científicos y tecnológicos , además de gestionar las implicaciones que puede darse tanto sociales como éticas o políticas.
Como ejemplo el Tratado de la Antártico de 1957, los países que firmaron se comprometieron a la conservación del territorio, los recursos y a una investigación pacífica.
La Diplomacia Científica es una disciplina que requiere trabajo continuo de todos los actores y como muestra más cercana la encontramos el 18 y 19 de diciembre se celebrará en Madrid «1stEUROPEAN SCIENCE DIPLOMACY CONFERENCE» organizada por la Presidencia Española del Consejo Europeo junto con la Comisión Europea.
¿Te apuntas a este encuentro que no dudamos que será de gran interés?
Bibliografía:
– Mackenzie, Julia J (2020): «Ehat Science Can Offer». Science & Diplomacy (Math 2020)
– Mayer, katja (2020). Open Science Diplomacy. In: Young, M. Flink, T., Dail, E. (eds), Science Diplomacy in the Making: Case-bassed Insights from the S4D4C. Project, Viena: SD4C.
– Barnard, Catherine, and Steven Peers (2017): European Union Law, Oxford University Prss, 2nd Edition.
-Ruffini, P-B (2017):What is Science Diplomacy?, In:Ruffini, P-B, Science and Diplomacy: A New Dimension of international Relatons, Cham: Springer International Publishing,pp. 11-25.
– Fedoroff, Nina V. (2009): «Science Diplomacy in the 21st Century.» Cell, 136, January 9. pp. 9´11.
– S4D4C (2019). The Madrid Declaration on Science Diplomacy. Madrid: S4D4C.

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