Descenso del país hacia la ingobernabilidad y el caos
La gran amenaza al destino dominicano, tanto o más que la invasión haitiana, es el descenso del país hacia la ingobernabilidad y el caos como acontece en Haití.
Pero, no es lo mismo ni es igual. Los peligros de la invasión conducen, por diversas vías, a una mayor influencia, presencia e importancia de la población e intereses haitianos en nuestro país y dentro de esta influencia está, sin dudas, la capacidad de caotizar.
Lo otro, es distinto, es en primer lugar hechura nuestra ya que, a medida que aumenta y siguen sin castigo, la delincuencia, la corrupción y la insubordinación aumenta la desesperanza, el desorden y la quiebra institucional ya seriamente agrietada.
¿A qué debemos temerle los dominicanos? Al caos, al desorden y a la violencia sin control con pérdida de la gobernabilidad.
Sin dudas y como ya se estableció, hay un vinculo de esta situación con Haití, pero la gran diferencia es que, en este caso, la perdida de la gobernabilidad, el desorden y el caos son producto interno nuestro, hechura de los propios dominicanos.
¿Por qué hemos permitido o como hemos llegado a este estado de cosas? Por haber dado prioridad casi absoluta a la prosperidad, al “todo vale” al “todo es todo y nada es nada” a la banalización de lo solemne y la relativización de todas las normas. El triunfo arrollador de la cultura del “dame lo mío alante punto com”.
jpm-am